Abejones de Mayo en el Día de la Diversidad Biológica
Empecemos por entender Biodiversidad como toda esta mezcla intensa de seres vivos existiendo en la Tierra, desde orquídeas, aves, hongos e incluyendo mamíferos tan comunes como nuestros perros y gatos.
Entre mayor sea la variedad de seres vivientes en un solo lugar, más nos aseguramos del fuerte indicador de la diversidad de vida que existe.
Gracias a ello, nosotras y nosotros los costarricenses podemos orgullosamente decir que nuestro país alberga 2.5% de biodiversidad en el planeta, solo en el Parque Nacional Corcovado en Península de Osa. En años anteriores se ha reportado un 4%, sin embargo diferentes consecuencias por acciones humanas como pérdida de hábitat, falta de apoyo en el campo, caza ilegal, corrupción, entre otras, han disminuido este tan importante índice.
La mejor manera de conservar la biodiversidad es estudiarla, valorarla y utilizar las oportunidades para mejorar los esfuerzos de conservación… ~INBIO
En un esfuerzo por reconocer la importancia de la Biodiversidad, hace 19 años se declaró el 22 de Mayo como el Día Internacional de la Diversidad Biológica por las Naciones Unidas. Cada año se hace un énfasis en un tema específico dentro de la biodiversidad, este año siendo Nuestra Biodiversidad, Nuestra Comida, Nuestra Salud.
¿Como nuestra comida se relaciona con biodiversidad?
Hoy en día es común conseguir enormes naranjas brillantes de EE. UU. en MasxMenos o AutoMercado, también podemos encontrar harina de trigo de Nicaragua y jugo de vegetales de Canadá. Los cultivos a nivel mundial dependen de clima, locación, suelo y otros factores para crecer.
Percibimos un efecto positivo al ver una variada oferta de alimentos disponibles, sin embargo, esto significa que a nivel global nuestra dieta se está estandarizando a un sola. Según las Naciones Unidas, la pérdida de una dieta diversa está directamente relacionada con enfermedades o riesgos a la salud, como diabetes, obesidad y desnutrición. A la vez, esto impacta la economía local de la agricultura, agrobiodiversidad y el conocimiento heredado del manejo de nuestros alimentos originarios.
¿Cómo encajan los Abejones de Mayo en todo esto?
Estos pequeños escarabajos tienen un ciclo de vida de aproximadamente 1 año (dependiendo de la especie). Pasan por cuatro etapas desde huevo, larva, pupa y adulto. Como larvas son comúnmente llamados jogoto/joboto y basan su dieta en raíces de cultivos como fresa, piña, papa y otros. Además, cuando se encuentran en el campo, suelen ser indicadores de un suelo saludable, un ecosistema saludable.
Los famosos “Abejones de Mayo” son una de 70 especies diferentes de la clasificación taxonómica género Phyllophaga, Orden Coleoptera, que representa la mayor cantidad de especies descritas que cualquier orden, aproximadamente 300,000. Normalmente los abejones son vistos con las primeras lluvias de Mayo, sin embargo, ahora con los extremos cambios climáticos, sus números se han reducido y aparecen en otros meses o en pocas cantidades.
Los abejones siguen la temporada lluviosa porque esta suaviza la tierra, permitiendo que los adultos se muevan a través de ella y comiencen a buscar a sus compañeros reproductivos. Su vida termina después de poner huevos y-con suerte-comienza de nuevo su ciclo de vida para el mes de mayo del próximo año.
Actualmente, es difícil e impreciso estimar las probabilidades para la temporada de abejones debido a los cambios en el clima. Esto afecta no solamente a los insectos sino también otros organismos vivos.
Un indicador clave que revela un ambiente saludable y el comienzo de la época lluviosa es cuando se encuentra una pequeña cantidad de muchas especies diferentes de escarabajos, gracias a su diversidad.
¿Ya tiene sentido porque la Biodiversidad es importante?
En un ambiente saludable se invita a la observación de varios organismos vivos, como los abejones, ellos al mismo tiempo dan una pequeña referencia (entre otros factores) a agentes e instituciones clave para tomar mejores decisiones en los esfuerzos de conservación existentes.
Los cultivos no se van a desarrollar en un suelo o ambiente pobre. Así, entendemos que sin los abejones perdemos un índice de biodiversidad, que está intrínsecamente relacionado con nuestros cultivos locales, nuestros alimentos y nuestra salud.
Las Naciones Unidas menciona:
“El número de especies está siendo reducido significativamente por ciertas actividades humanas”.
Las buenas noticias es que cada persona tiene el poder de hacer una pequeña contribución al ambiente y esfuerzos de conservación: el poder de uno.
Podemos plantar en nuestros jardines (o hasta en macetas) especies (como las perennes) de plantas con flores y hojas que sirvan de alimento o hasta refugio para insectos o aves. Unos ejemplos son lavanda, menta, salvia, cilantro, tomillo, caléndula, amapola, girasol, cleome, geranio, zinnia y heliotropo.
Preocuparnos por el bienestar de la biodiversidad es cuidar por nuestras propia salud y la de aquellos que amamos.
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